Nuestra compañía ha tenido el privilegio de participar este año en la Ultramagic Experience, una expedición formada por 10 globos aerostáticos, para sobrevolar varios enclaves privilegiados de la isla de Madagascar. Podéis ver aquí un vídeo de la aventura realizado por Ultramagic:
https://www.youtube.com/watch?v=rUJwaeM-KCI
A pesar de que el programa era muy apretado y las distancias entre las zonas de vuelo han sido bastante grandes, hemos podido completar todos los vuelos programados y hacer algunos de los vuelos más impresionantes de nuestras vidas.
El primer vuelo tuvo lugar en Morondava, una ciudad costera del Oeste de Madagascar, rodeada de baobabs. Como se puede ver en la imagen, el campo de vuelo estaba rodeado de estos majestuosos árboles:
El baobab es el símbolo nacional de Madagascar, y no nos extraña dado que su forma y tamaño son impresionantes. Como dato curioso, Madagascar es el único lugar del mundo donde pueden verse todas las especies de baobab existentes. Sobrevolarlos nos ha dejado imágenes sobrecogedoras, como estas:
Naturalmente, los globos son un elemento extraño en la isla, dado que los vuelos en globo no son habituales en la zona. Esto despertaba la curiosidad de los lugareños, que se acercaban a ver los aterrizajes de los globos, incluso montados en carros:
En total hicimos dos vuelos en esta zona, llena de Baobabs, campos de arroz y pequeñas aldeas alrededor de una pequeña carretera de tierra llamada “Avenida de los Baobab”. El lugar de despegue se encontraba al lado de esta pista de tierra:
Desde Morondava, tras el segundo vuelo, nos dirigimos hacia el norte, a través de caminos que cada vez iban siendo más intransitables. Como prueba, los últimos 20km del viaje nos supusieron aproximadamente unas 4h de trayecto, por los continuos tramos embarrados y pequeños vados que tuvimos que atravesar:
El destino era el pequeño pueblo de Bekopaka, cerca ya del lugar más mágico del viaje, en Grand Tsingy de Bemaraha. Este lugar es una reserva natural, patrimonio de la UNESCO, con unas espectaculares formaciones rocosas de roca caliza muy puntiagudas, que forman un paisaje espectacular:
Tras la visita a pie de una parte del parque (dada la extensión gigantesca de esta formación) nuestra intención era sobrevolar esta zona. La previsión meteorológica no era la ideal dado que la dirección de los vientos previstos el día del vuelo nos llevaba a zonas muy recónditas. La inaccesibilidad de esta zona es tal que para poder asegurar el despegue nos vimos obligados a dormir en tiendas de campaña en el propio lugar de despegue, una pequeña campa rodeada de árboles y el último punto donde se podía llegar en coche
A la mañana siguiente observamos la meteorología y el viento nos ofrece una posibilidad, vientos con dirección favorable a baja altura. Nos apresuramos a inflar los globos, para aprovechar estos vientos, que previsiblemente cambiarán de dirección durante la mañana por el efecto del sol. Al despegar ya podemos ver la magnitud y belleza del Grand Tsingy:
Volamos aproximadamente 1h20’ y aterrizamos en una pequeña aldea indígena sin ningún tipo de acceso, sólo podríamos salir a pie desde allí. La gente de la aldea se ofrece a cargar con el material de vuelta a cambio de dinero, y tras las negociaciones nos ponemos en marcha. La fuerza que despliegan llevando el pesado material es impresionante:
Tras unos 17km de caminata, llegamos ya de noche al punto de despegue, donde el resto de la expedición nos espera con los brazos abiertos. Parte del material se queda en la aldea dado que no hay suficientes porteadores para cargar con los 8 globos que hemos volado esta aventura
Tras este vuelo, 2 días enteros de coche nos llevan a Antsirabe, la tercera ciudad más grande de Madagascar, en el centro de la isla. Allí haremos el cuarto y último vuelo en globo en la isla. Como nuestro material no pudo llegar a tiempo, Ultramagic muy amablemente nos cedió para este vuelo uno de los globos de otro equipo de la expedición, un globo muy especial con forma de pingüina:
El vuelo en Antsirabe fue excelente, y atravesamos amplias zonas de lagos y campos inundados de arroz, para aterrizar cerca de una carretera donde cientos de personas se agolpaban curiosas para ver el globo de cerca:
Desde Antsirabe, nos dirigimos a Antananarivo, como última etapa antes de regresar a Europa. Un viaje muy intenso en el que hemos vivido momentos que seguramente no volveremos a repetir. Queremos desde aquí agradecer a Ultramagic la invitación que nos hizo para poder participar en esta aventura, y a Cristian Biosca, gerente de Siempre en las Nubes (compañía de vuelos en globo de la zona centro de España) por formar parte de nuestro equipo:
¡¡ Hasta la próxima aventura !!
